Historia de Sevilla 6. El Barroco Sevillano (siglo XVII)
El barroco sevillano fue una de las épocas más criticas para la ciudad de Sevilla. Hambrunas, epidemias e inundaciones se unían a una crisis económica que afectaba en realidad a todo el país.
Te invito a ver este vídeo que hemos realizado para conocer la época y sus más destacados artistas. Espero que te guste!
La importancia de la religión en el Barroco Sevillano
Sin embargo, en lo cultural y artístico se llegó a unas cimas nunca antes alcanzadas. Esto fue debido sobre todo al gran poder de la Iglesia Católica, principal cliente del arte, que en plena expansión y lucha contra el enemigo protestante, inundó sus iglesias y conventos de obras de arte, un medio muy eficaz y directo para propagar la fe. Así pintores y escultores como Murillo, Zurbarán, Alonso Cano, Pedro Roldán o Martinez Montañés nos han legado imágenes religiosas que se cuentan entre los top de la Historia del Arte.
Aunque no hemos de olvidar a la monarquía como otro cliente fundamental de los artistas. Retratos de los reyes y su entorno pero también la mitología como moda procedente de Italia. Y el artista cortesano mas prestigioso del siglo XVII es sin duda el sevillano Diego Velázquez.
Sevilla sin embargo quedaba lejos de Madrid y la ciudad era el marco ideal para las representaciones religiosas.
Tres ordenes religiosas dominaban el panorama: los Franciscanos con su Convento de San Francisco, hoy Ayuntamiento; los Dominicos en el Convento de San Pablo y los Jesuitas en la actual iglesia de la Anunciación. No olvidemos a los Capuchinos, Mercedarios o Cartujos.. todos ellos tenían capacidad y dinero para decorar primorosamente sus iglesias.
Diego Velázquez, pintor hispalense
Diego Velázquez había marchado a Madrid en 1623 para convertirse en pintor de cámara de Felipe IV. Y lo hizo gracias a la mediación de un poderoso sevillano en la corte: el Conde-Duque de Olivares, valido del rey. En Sevilla Velázquez había pintado obras como Vieja friendo huevos, la Adoración de los Reyes o El Aguador de Sevilla.
Su maestría para representar los objetos cotidianos y captar las expresiones de los personajes no tenia igual en todo el país.
Hoy pocas obras de Velázquez de su etapa sevillana podemos contemplar en Sevilla. Hay un par en el Museo de Bellas Artes y tres en el interesante Centro Velázquez. Este ultimo situado en el barrio de Santa Cruz está en el antiguo Hospital de Venerables sacerdotes, donde con un original patio y una preciosa iglesia barroca merece sin duda una visita en Sevilla.
Zurbarán y Murillo
Con Velázquez fuera del panorama sevillano, la pintura barroca de principios del siglo 17 la lidera Francisco de Zurbarán. Este pintor extremeño acudió a Sevilla como centro artístico más importante del sur en busca de encargos. Y los consiguió de los monjes Cartujos para el monasterio de Santa Maria de las Cuevas. El realismo de los rostros, la calidad de los tejidos y los magníficos bodegones son algunos de los fuertes de este pintor extremeño.
Además Zurbarán y su taller nos dejaron una serie de originales pinturas conocidas como “retratos a lo divino”, una serie de santas vírgenes y mártires pintadas como damas de la nobleza. Sus trajes, tocados y joyas son un maravilloso reflejo de la moda de su tiempo. Tan mundanas resultaban estas santas que hubo numerosas críticas por considerarlas poco adecuadas al decoro. No obstante tuvieron muchísimo éxito de publico, tanto en España como en América.
A mediados de siglo sin embargo el estilo realista y sobrio de Zurbarán se vio eclipsado por un joven pintor llamado Bartolomé Esteban Murillo. Nacido en Sevilla en 1618 Murillo revolucionó la pintura religiosa dando una visión humana, amable y dulce que hasta entonces no era frecuente en estas tierras. Ello además intensificado con una técnica y una calidad de dibujo superior. Estos elementos hicieron rápidamente de Murillo el pintor más solicitado del momento.
Se lo disputaban iglesias y monasterios, incluso la misma Catedral, gran honor para el artista. La fama de Murillo pasó fronteras y tuvo una amplia y generosa clientela en el centro de Europa, sobre todo en Flandes, eso sí, eran caballeros más interesados en hacerse retratos que en pinturas religiosas.
Murillo nos dejó numerosas e inolvidables pinturas en el Convento de Capuchinos, cuadros que sufrieron numerosas aventuras. Primero marcharon a Gibraltar cuando la rapiña francesa llegó a Sevilla con la invasión de Napoleón.
Mas tarde el convento fue cerrado durante la desamortización en el siglo XIX y hoy por suerte la serie se conserva casi intacta en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, donde es la colección estelar del centro. Destacamos la Virgen de la Servilleta por su sencillez, calidez y transmisión de ternura y sentimientos.
La iglesia del Hospital de la Caridad y el Barroco Sevillano
Murillo tambien está especialmente vinculado a la iglesia del Hospital de la Caridad. Fue contratado con otros prestigiosos artistas por el noble Miguel de Mañara, hermano de esta institución quien sufragó personalmente la decoración de la Iglesia.
Los seis cuadros de Murillo representaban las obras de misericordia.
Por desgracia el Mariscal Soult se llevó cuatro de ellos a Francia durante la invasión napoleónica y hoy están dispersos en diversos museos del mundo. Dos quedaron en Sevilla y son dos obras maestras del barroco sevillano. Se trata de Moises haciendo brotar el agua de la roca y la Multiplicación de los panes y los peces.
En esta iglesia trabajó también el inclasificable Juan de Valdés Leal. Y para la Caridad realizó sus dos obras maestras. Es una pareja de cuadros que tienen el título común de los Jeroglíficos de las Postrimerías. Son obras alegóricas que nos avisan de la inminencia de la muerte y la necesidad de tener a través de las obras de caridad un comportamiento cristiano para alcanzar la gloria.
Con una impactante técnica tenebrista nos muestra esqueletos, cadáveres, osarios y ataúdes. Una representación que aunque hoy nos pueda parecer macabra hay que relacionarla con esta época del barroco sevillano donde sin duda la muerte era algo cotidiano y estos cuadros impresionarían por su calidad pero no por su contenido.
La Imaginería: Montañés y Mesa
El público por tanto recibía estos mensajes religiosos a través de las pinturas de las iglesias, pero aun más teatral y eficaz era si se daban al aire libre. Y la imagen salió a las calles durante la Semana Santa, a través de unas procesiones con imágenes de la Pasión y Muerte de Cristo que tenían mucho de teatral y que transmitían el mensaje católico de manera muy directa.
Es por ello que en el barroco sevillano se intensifican las procesiones en pascua y por tanto la realización de esculturas sacras. Imagineros como Martinez Montañés, apodado el “dios de la madera” o su discípulo Juan de Mesa son autores de los Crucificados y Nazarenos más venerados en Sevilla y que todavía hoy siguen teniendo gran devoción. Es en este momento cuando nace de la gubia de mesa Jesus del Gran Poder, el Señor de Sevilla.
El teatro y Don Juan Tenorio
Pero no todo fue religiosidad. El pueblo amaba profundamente el teatro. Y aunque desde altas instancias y la misma Inquisición lo limitaron y quisieron prohibirlo, poco pudieron hacer.
Es el esta época del barroco sevillano cuando Tirso de Molina escribe El condenado por desconfiado o Convidado de piedra, la historia de Don Juan Tenorio. Este señorito sevillano amante de la fiesta, las peleas y las mujeres quien se enamora de la monja doña Inés. Su pecado de soberbia será castigado y en la versión barroca de Tirso de Molina Don Juan es condenado a los infiernos. Posteriores versiones más románticas salvarían el alma del personaje.
De cualquier modo Don Juan es un mito y un personaje universal. Nacido en Sevilla su historia la popularizaron grandes nombres del teatro y la literatura como Moliere o Lord Byron. Y no olvidemos la versión operística de Mozart de Don Giovanni.
En este barroco sevillano, la ciudad ya no es la urbe rica y brillante del siglo anterior pero mantiene su personalidad y su fuerza. Con sus calles llenas de vida, sus iglesias “horror vacui”, sus teatros, procesiones y la belleza decadente de sus edificios, mira a un rio Guadalquivir melancólico donde apenas llegan riquezas del oeste y las que vinieron se esfumaron como un espejismo.
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Sevilla History lovers es el nombre de Toursevilla en redes sociales. Y tenemos bastantes vídeos referidos al barroco sevillano. Son estos:
Si te interesa la figura de Velázquez en su etapa sevillana tienes este vídeo https://youtu.be/nhbuw6PESU4
Si te gusta la moda y quieres ver estas santas martires de Zurbarán representadas como damas nobles no te pierdas este vídeo https://youtu.be/ze0_waNkefo
Si tu interés es más el arte sacro, la Semana Santa sevillana y Martínez Montañés como uno de sus artistas principales, este es tu video https://youtu.be/-tDfM87FxDs
Y si te gustan los cuadros tenebrosos, el arte oscuro y los entornos siniestros no te pierdas la descripción de los Jeroglificos de las Postrimerías, los dos impresionantes cuadros de Valdés Leal. Este es el vídeo: https://youtu.be/hnVs0050bho