Historia de Sevilla 3. La Sevilla musulmana

La Sevilla musulmana existió durante más de 500 años. Entre la etapa visigoda y la etapa medieval cristiana nuestra ciudad tuvo un periodo muy rico culturalmente pero también muy complejo. Todo empezó en el 711 cuándo tropas musulmanas llegaron del norte de África y en sólamente 7 años ocuparon toda la Península Ibérica y derrocaron al poder visigodo de Toledo. La capital fue Córdoba pero Sevilla fue una ciudad destacada durante este periodo y tomaría el nombre de Ishbiliya. Todavía hoy 1000 años después tenemos importantes monumentos y vestigios que nos hablan de esta Sevilla andalusí. Vamos a verlos. Puedes leer el siguiente artículo o también puedes ver este bonito vídeo con los comentarios de Elisa Simon.

Elisa Simon (de Al-Andalus a Sefarad) nos habla de la Sevilla Andalusí

Para Sevilla hay dos periodos importantes: siglo 11 con los Reinos de Taifas y los siglos 12 y 13 con los Almorávides y los Almohades.

Los reinos de Taifas y Almutamid

Hacia el año 1080 cuando toda Europa estaba sumida en un período bastante oscuro, en la Sevilla musulmana hubo rey poeta que llevó a la ciudad a a un nivel cultural muy elevado. El rey poeta se llamaba Almutamid de la familia de los Abadies y fue el primero que construyó el actual Alcázar.  De esa época todavía quedan restos en la muralla y en algunas puertas. Su amada se llamaba Itimad y a ella dedicó bellos poemas que todavía se conservan y que según la tradición adornaban las paredes de su palacio del Alcazar.

Pero Almutamid murió en el exilio, lejos de su amada Sevilla ya que fue derrotado por los almorávides un grupo musulmán norteafricano muy religioso.

Historia de Sevilla 3. La Sevilla musulmana
Columna dedicada a Almutamid en los jardines del Alcázar

Los Almorávides

Su nombre quiere decir los hombres del ribat porque venían de fortalezas monasterios que se situaban normalmente a la orilla en la costa. Estos Ribat han dado lugar a nuestro vocablo Rábida.  

Los Almohades

La época musulmana continuó unos años después con la dinastía Almohade que supuso para Sevilla su edad de Oro. A final del siglo 12 y principios del 13, los Almohades, originarios del Norte de Africa convirtieron a Sevilla en la “novia de Al-Andalus”. Su capital africana estaba en Marrakech y la andalusí en Ishbiliya. Ellos nos han dejado la mayoría de los restos de la Sevilla musulmana.

Vestigios de la Sevilla musulmana

La torre se decoró con paños de Sebka (rombos) y ventanas de arcos de herradura y polilobulados. Su elegancia no tenía rival. Arriba, fue coronada por cuatro bolas de bronce dorado, hoy perdidas  y que formaban el llamado yamur. El almuédano o muecín subía a esta torre cinco veces al día para llamar a los fieles a la oración. Y lo hacía a través de una rampa interior, presumiblemente a caballo. Su voz inundaba todos los rincones de las calles de Ishbiliya, esa Sevilla musulmana que aun perdura en algunos rincones.

Historia de Sevilla 3. La Sevilla musulmana
Torre del Oro, torre vigía de época almohade (siglo XIII)

El otro gran monumento almohade que hay en Sevilla es la Torre del Oro. Fue una torre albarrana, es decir exenta de la muralla pero unida a ella a través de un muro. Su función era defensiva y de vigilancia y no era la única torre. Una similar que aun se conserva recibe el nombre de Torre de la Plata.

Estas fortificaciones se completaban con una gran muralla que circundaba toda la Sevilla musulmana y de la que aun tenemos algunos tramos. Fue construida igualmente en época almohade y era una muralla doble en algunas partes, lo que no impidió que los cristianos acabaran conquistando la ciudad unos años después, en 1248. Ese resto de muralla lo podemos ver aun en el barrio de la Macarena. Por desgracia el resto se derribó a mediados del siglo 19 para ampliar el casco urbano.


Historia de Sevilla 3. La Sevilla musulmana
Azulejo conmemorativo del Puente de barcas de Triana

Y no nos olvidemos que al otro lado del río había una gran fortaleza, el posteriormente llamado Castillo de San Jorge. Hoy su lugar lo ocupa el mercado del barrio de Triana, pero ese castillo sería esencial en la Historia de Sevilla y de no muy buen recuerdo a partir del siglo 16 en que fue sede del Tribunal de la Inquisición. Al castillo y al otro lado del río se accedía por el llamado puente de barcas, una construcción inestable pero muy eficaz que duró unos 700 años hasta la construcción del actual Puente de Triana en 1852.


Ese trazado laberíntico de la Sevilla musulmana aun nos habla de la ciudad islámica que existió hace mil años. Paseando por Sevilla aun encontramos los bonitos nombres de algunas calles como Alcaicería que nos transportan a esta gran urbe andalusí de Ishbiliya.


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