En el palacio de Dueñas de Sevilla se encuentra el considerado uno de los tapices más valiosos del mundo. Fue fabricado en el siglo XVI por encargo del duque de Lerma, influyente personaje de la corte de Felipe III. Formaba parte de un grupo de 8 paños que cuentan la historia de los amores del dios Mercurio y la bella Herse. En el palacio de Sevilla tenemos la suerte de contar con el primero de la serie. Los otros se encuentran en el Museo del Prado, en el Metropolitan de Nueva York y en colecciones particulares. Todos juntos pudieron ser contemplados en 2010 en una exposición en el Museo del Prado.
Disfrútalo en este vídeo de Arte en UN minuto:
¿Cual es la historia que cuenta nuestro tapiz?
Herse era la hija del rey de Atenas. El dios Mercurio se había enamorado de ella así que bajó a la tierra a seducirla y la encontró acompañada por sus doncellas a la vuelta de una ofrenda a Minerva. Vemos que el dios sobrevuela el Atica y descubre a Herse acompañada de sus doncellas y hermanas.
Quien cuenta esta historia es el poeta romano Ovidio en las Metamorfosis, un compendio de fabulas mitológicos escritos en el siglo I antes de cristo.
El dios Mercurio es la versión romana del griego Hermes. Era el dios del comercio y el mensajero de los dioses. Debía por tanto desplazarse rápidamente, es por ello que lleva alas en las sandalias y el casco, elementos que sirven para identificarlo. Otro atributo de Mercurio es el caduceo. Esta es una vara con dos serpientes entrelazadas. Se considera un símbolo de paz en las negociaciones comerciales.
¿Quién lo realizó?
Los mejores tapices eran de procedencia flamenca. No olvidéis que a final del siglo XVI la zona de Flandes (actual Belgica) era territorio español por herencia del emperador Carlos V. Al contrario que sus vecinos del norte los holandeses, los flamencos mantuvieron la tradición católica en gran parte y estuvieron bastante más tiempo ligados al imperio español. Por tanto las relaciones económicas y artísticas entre Madrid y Flandes eran habituales.
Willem Pannemaker era el tapicero de las corte de los Austrias. Era un cargo de gran prestigio ya que los reyes y nobles adoraban decorar sus salones con estas piezas tejidas. No escatimaban en su fabricación y para los tapices se usaba lana, seda, hilos de plata y oro. Así de oro tenemos en este tapiz la tunica de Mercurio. Fijaos que las doncellas y la propia Herse van vestidas según la moda flamenca del siglo XVI.
El tema es mitológico. La mitología clásica de Grecia y Roma había irrumpido con fuerza en la Italia del Renacimiento. Toda la nobleza se preciaba de conocer las bonitas historias de Zeus, Hercules, Venus o Minerva. En la católica España del siglo XVII el arte mitológico a veces no era visto con buenos ojos por la ortodoxia religiosa imperante, pero aun así, parte de la nobleza y la misma casa real eran amante de estas representaciones. El mismo monarca Felipe II, católico y piadoso como ninguno, era muy aficionado a la mitología.
El Palacio de Dueñas
A principios del siglo XX el tapiz pasó por herencia a la familia Alba y se ha conservado en su palacio sevillano desde entonces. Estuvo un tiempo decorando la monumental escalera y finalmente se ha trasladado al llamado “Salón de la Gitana” donde podemos verlo actualmente. El palacio se abrió al público en el año 2015 tras la muerte de la Duquesa de Alba y actualmente es de las mejores colecciones de arte que se pueden ver en Sevilla.
Pero no solo hay arte entre sus muros, también la misma arquitectura del palacio tiene una interesantísima historia. El palacio toma su nombre del desaparecido monasterio colindante de las Dueñas. Su construcción se remonta al siglo XV. La familia original eran los Pineda quien poco después lo vendieron a los Enríquez de Ribera, según la leyenda para conseguir dinero con que rescatar a un pariente cautivo en la guerra de Granada.
Fue una noble dama de los Ribera, Doña Catalina, quien tuvo la idea de comprar la Casa y renovarla a la moda renacentista del siglo XVI al igual que había hecho con el otro palacio importante de Sevilla, la Casa de Pilatos. Sus dos hijos: Fernando y Fadrique heredaron cada uno de los palacios, Dueñas y Pilatos. Y con el tiempo fueron modificando su arquitectura.
El palacio de Dueñas paso a la familia Alba en el siglo XVII y aquí se ha mantenido hasta entonces. Actualmente puede visitarse la planta baja y jardines mientras que la primera planta queda reservada a la familia propietaria.
No os perdáis por tanto el precioso tapiz de los Amores de Mercurio y Herse, una de las joyas escondidas de Sevilla en los salones de este palacio.
si quieres conocer más sobre el Palacio de Dueñas puedes visitar su web oficial https://www.lasduenas.es/info-al-visitante
Si te gusta el mundo de los tapices te invito a ver otro vídeo de producción propia. Está en el Alcazar de Sevilla https://youtu.be/PQbGYcxzRw0
O si quieres conocer más sobre la noble sevillana que compró el Palacio de Dueñas en el siglo XVI aquí tienes un pequeño vídeo sobre la ilustre Catalina de Ribera https://youtu.be/Dj2O0PceHlo